Banda: Morrisey
Fecha: 3 de marzo de 2012
Lugar: Rosario (lejos fito paez, lejos de aca)
No publico hace tiempo en este blog porque lo que escribo me parece una mierda, o porque todo me parece una mierda, o porque a quien le importa todo esto, o porque en Montevideo no hay toques, o están los toques de siempre, o porque me da paja, o porque escribo por la mitad y me distraigo, porque me embolo, porque como dice el ya reseñado Antolín, Todo lo nuevo está muerto.
Pienso en esto, pienso en la ultima publicación de vilipendioysedicion.blogspot.com, pienso en que cita a este blog, pienso que lo que dice del mismo no es cierto, pero también pienso que está bueno leer lo que dice y las citas, mas que nada. Masliah lo dice, lo nuevo está lejos de interesarle, a mi capaz que también, incluyéndonos.
Por eso publico algo viejo, sobre un toque de hace mas de un año, un toque fuera de moda, un toque de un señor cincuentón.
Odio que se relacione a the Cure con the Smiths, realmente, pero ahora lo hago yo, espero poder escribir una nota sobre Robert Smith en un mes, acá va la de Morrisey.
Pienso en esto, pienso en la ultima publicación de vilipendioysedicion.blogspot.com, pienso en que cita a este blog, pienso que lo que dice del mismo no es cierto, pero también pienso que está bueno leer lo que dice y las citas, mas que nada. Masliah lo dice, lo nuevo está lejos de interesarle, a mi capaz que también, incluyéndonos.
Por eso publico algo viejo, sobre un toque de hace mas de un año, un toque fuera de moda, un toque de un señor cincuentón.
Odio que se relacione a the Cure con the Smiths, realmente, pero ahora lo hago yo, espero poder escribir una nota sobre Robert Smith en un mes, acá va la de Morrisey.
Empiezo marzo lejos, no tan lejos, pero en otra ciudad, al menos.
Hace un par de días camino por la ciudad canalla, mirando los carteles gigantes, con publicidades de celulares inentendibles. Entre afiche y afiche se cuela uno de un señor viejo con un gato en la cabeza, se ve algo ridículo, algo bizarro, algo kitsch. La foto es de Morrissey y anuncia su reci en el metropolitano, en Rosario, si señor.
Llego a la casa, habiendo olvidado los carteles, la caminata, los parques lindos, la gente sonriente, en un dia de sol. En la cocina dos recortes de diario pegados a la pared, uno sobre la posible venida de Morrissey a Buenos Aires, el marcador rosa funciona como grafitti, “A buenos aires no, a Rosario papá”
Le pregunto a las pibas si van, se miran, me miran y rien. Entonces empiezo a averiguar, el precio de entradas, etcétera, falta una semana y mi capital no es demasiado. Hago consultas aca y alla, bo, decis que vaya? Son como mil pesos uruguayos, anda me dicen, no seas boluda, aca en Montevideo nunca hay nada. Y que se yo, en Rosario tampoco, hablo con V y le pregunto, que onda los toques aca? Nada, me dice, bandas locales, nunca viene nada, la transa de ir a la capital también se sufre, por la falta de dinero, sacar pasajes en el tren mas barato, que demora ocho horas en llegar, tener algún conocido en la gran ciudad que te saque las entradas antes, esas cosas. Esas cosas que nos hacen perdernos de las grandes bandas.
Lo decido y voy a por mi entrada. Peatonal, galería, si, hay bastante lugar, me dice el pelado, dale, sale.
Hace un par de días camino por la ciudad canalla, mirando los carteles gigantes, con publicidades de celulares inentendibles. Entre afiche y afiche se cuela uno de un señor viejo con un gato en la cabeza, se ve algo ridículo, algo bizarro, algo kitsch. La foto es de Morrissey y anuncia su reci en el metropolitano, en Rosario, si señor.
Llego a la casa, habiendo olvidado los carteles, la caminata, los parques lindos, la gente sonriente, en un dia de sol. En la cocina dos recortes de diario pegados a la pared, uno sobre la posible venida de Morrissey a Buenos Aires, el marcador rosa funciona como grafitti, “A buenos aires no, a Rosario papá”
Le pregunto a las pibas si van, se miran, me miran y rien. Entonces empiezo a averiguar, el precio de entradas, etcétera, falta una semana y mi capital no es demasiado. Hago consultas aca y alla, bo, decis que vaya? Son como mil pesos uruguayos, anda me dicen, no seas boluda, aca en Montevideo nunca hay nada. Y que se yo, en Rosario tampoco, hablo con V y le pregunto, que onda los toques aca? Nada, me dice, bandas locales, nunca viene nada, la transa de ir a la capital también se sufre, por la falta de dinero, sacar pasajes en el tren mas barato, que demora ocho horas en llegar, tener algún conocido en la gran ciudad que te saque las entradas antes, esas cosas. Esas cosas que nos hacen perdernos de las grandes bandas.
Lo decido y voy a por mi entrada. Peatonal, galería, si, hay bastante lugar, me dice el pelado, dale, sale.
Es sábado, no se que mas había para hacer, a la tarde el río Paraná llama, para sentarse en el pasto y charlar, mientras se vende algún libro o alguna foto, o alguna cosa.
Ya atardece y no quiero llegar tarde a mi cita con el gentleman. Asi que parto a la casa, agarro mi entrada y salgo con la banda, que esta preparada también, buscando bien el colectivo que nos deje en el metropolitano, un shopping con unos galpones al fondo que funcionan como escenarios de grandes espectáculos, ahí tocó Manu chao y Kusturika, me entero, entre las conversaciones de las chicas locales, que también hablan de la hamburguesa que se van a mandar a la salida del toque, en el Burguer King, mandando todo a cagar, sabiendo que en media hora probablemente griten desaforadas “Meat is murder”
Ya atardece y no quiero llegar tarde a mi cita con el gentleman. Asi que parto a la casa, agarro mi entrada y salgo con la banda, que esta preparada también, buscando bien el colectivo que nos deje en el metropolitano, un shopping con unos galpones al fondo que funcionan como escenarios de grandes espectáculos, ahí tocó Manu chao y Kusturika, me entero, entre las conversaciones de las chicas locales, que también hablan de la hamburguesa que se van a mandar a la salida del toque, en el Burguer King, mandando todo a cagar, sabiendo que en media hora probablemente griten desaforadas “Meat is murder”
Hacemos la cola y es larga y ahí nos separamos en dos, entre las que pagaron mas y las que pagamos menos, somos dos, yo a ella apenas la conozco y esta entripada, me ofrece, me da miedo, miedo al desencuentro, a perderme en ese galpón desconocido y prolijo.
Voy a buscar agua, mi compañera no aguanta mas y menos aguantaría la cola, la gente, las remeras de bandas que nada tienen que ver, los pibes que van a buscarse minas al toque de morrissey - los mas boludos-, que usan gorros y te miran de costado, los amigos en patota que gritan y saltan de emoción, esos que siempre van a los recis como si fueran a la cancha, esos me caen bien, es tan porteño eso de gritar y saltar y sentir y me cae bien.
Pago mis dos pesos y ahí lo veo llegar, agarro el agua y salgo casi corriendo.
Morrissey es un verdadero señor inglés, con su camisita roja, la misma que tira al publico en momentos mas tarde para dejar a todas las señoritas boquiabiertas.
Es raro, porque a mi en si, Morrisey no me gusta demasiado, pero al estar ahí me emocione, me emocione con “please, let me get what i want…” y si me emocione cuando escuche “There’s a light…” porque nunca pensé verla en vivo y prefiero The Smiths al solista.
No faltó el video donde se mostraban animales sufriendo, yo tenia a la pobre de mi compañera que no entendía nada al lado mio, re loca teniendo que ver esas escenas de chanchitos muertos, con un juego de luces y un bombo gigante sincronizados que te hacían vibrar entero y la piba me miraba y no entendía nada y yo que tampoco y ahí supe que había valido la pena ir.
Voy a buscar agua, mi compañera no aguanta mas y menos aguantaría la cola, la gente, las remeras de bandas que nada tienen que ver, los pibes que van a buscarse minas al toque de morrissey - los mas boludos-, que usan gorros y te miran de costado, los amigos en patota que gritan y saltan de emoción, esos que siempre van a los recis como si fueran a la cancha, esos me caen bien, es tan porteño eso de gritar y saltar y sentir y me cae bien.
Pago mis dos pesos y ahí lo veo llegar, agarro el agua y salgo casi corriendo.
Morrissey es un verdadero señor inglés, con su camisita roja, la misma que tira al publico en momentos mas tarde para dejar a todas las señoritas boquiabiertas.
Es raro, porque a mi en si, Morrisey no me gusta demasiado, pero al estar ahí me emocione, me emocione con “please, let me get what i want…” y si me emocione cuando escuche “There’s a light…” porque nunca pensé verla en vivo y prefiero The Smiths al solista.
No faltó el video donde se mostraban animales sufriendo, yo tenia a la pobre de mi compañera que no entendía nada al lado mio, re loca teniendo que ver esas escenas de chanchitos muertos, con un juego de luces y un bombo gigante sincronizados que te hacían vibrar entero y la piba me miraba y no entendía nada y yo que tampoco y ahí supe que había valido la pena ir.
lindo post lindo post. la kim tiene que escribir más. mucho más. que escriba sobre lo que se le cante, pero que escriba. que escriba sin parar.
ResponderEliminareeeeeeeeeeee, te falta sangre negra.....
ResponderEliminarLa más polémica cronista de lmqet, volvió. brindo por ello.
ResponderEliminarJulio dicen que vuelve el señor Steven Patrick Morrissey, sabremos cumplir...
ResponderEliminarhola,llegue al blog a traves de una notita que salio en la revista Lento
ResponderEliminarmuy bueno! prometo volver!
Hola, yo antes no los lei, me parecian medio mersa, pero salieron en lento, y ta, me dieron ganas. besissssss
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