martes, 4 de noviembre de 2014

Sarajevo


Fecha: viernes 12 de setiembre
Lugar: bluzz live
Banda: Sara Hebe




La luz brilla demasiado y encandila a las dos petisas que cantan y al pibe que toca todos los instrumentos. Transpiran saltando. El pelo larguísimo como un quinto elemento de la naturaleza que ejerce su fuerza y su control es un arte. Antes, la gente llegaba en taxi. Subtropical es la excusa pa ke los chetos bailen cumbia, decía él. Juzguen ustedes mismos.
Una martingala ke salió bien nos puso tres tekilas en el cuerpo segundos antes ke la banda salga a escena. A veces, las barras traen buenas conversas como en este caso. Muchas ganas siempre de ver a esta mina, pero no entonces, no en ese lugar. Tenés ke tocar en un lado menos cheto, se le dijo entre-gritando acabado el chou. En el kallejón, mañana, al caer el sol. ¿Y ké hay para tocar? Nada, pero lo armamos. Ya había habido otra propuesta desde Fernández Crespo. Ninguna se concretó por cuestiones obvias.
Conozco casi todos los temas ke la banda toca entonces cierro los ojos y trato de escucharlos, diferentes y particulares en sus versiones ao vivo. Bailo y levanto los brazos porke mirar se parece demasiado a una película y se olvida todo antes de llegar a los créditos.
Hay-ke-mo-ver-se. Yo me muevo y macaneo, agito giladas, golpeo espaldas y me río. A veces canto a los gritos. Un novio celoso abraza cintura de chica de adelante y entra a espantarme con el cuerpo. No puedo explicarlo pero me saca del lugar, así, como empujándome. Inmóviles alrededor avalan el acto los presentes. Respondo poniendo el cuerpo donde estaba. Gordo puto. Hay gente molestándome tremendamente con esa tremenda mente. Recuerdo frases y flashes. ¿Kién va a detenerte? ¿la muerte, la edad o la idea?, aunque esa justo no sonó. Sí un par de temas del Pity ke a aliosha no le gustaron. A mi sí, pero kreo ke es simpatía o empatía o ambas. Bailo de espaldas al escenario y juno a uno. Alto. Lindo. Bailo sin parar casi. Bailo y kuando me río sola, el agua crece y truena.
La ke no crece ni truena es esta página, ke kreo ke ya nadie lee. Nadie tampoko escribe. El fachobúk te caga la vida o te rodea de imbéciles. Usted decide.
Nosotros keríamos un cuento colectivo, de la noche o la tarde o la mañana con la música como excusa. Siempre fue un hobby, nunca fue un medio. Yo, ilusa, pensaba ke la gente iba a contar otras perspectivas de los mismos sucesos en los comentarios. Los más agitados terminaron siendo los bardos. Y poco a poco todos se kemaron la cabeza y el resto se fue porke tampoko importaba demasiado. Otros intereses nos colonizan ahora las horas. En definitiva, la música está enferma.
Nosotros también. 
Para recuperarla hay ke volverla a romper.











miércoles, 9 de abril de 2014

APOYO LA OREJA EN LA PACHAMAMA Y ESCUCHO A LOS PIXIES

Lugar: Teatro de Verano
Fecha: 1° de Abril del 2014
Banda: Pixies

Un vino de 40 pesos habitaba mi sistema circulatorio. Estaba oscuro, sonaba “Havalina” de los “Pixies” y yo escondido atrás de la camioneta de “Sonido Roma”. Pero no estaba en “Camino De Las Tropas” portón verde, estaba dentro del predio del “Ramón Collazo”.

Me colé. No fue fácil. El lado con menos seguridad era por la zona del baño, a la derecha del escenario. La vigilancia era escasa, solo 5 personas podrían verme, y todos estaban bastante lejos. Estuve esperando 20 minutos a que un tipo del “staff” se sentara y me diera la espalda. Vi mi oportunidad y la aproveché, sabía que si esperaba más se me iba a pasar el pedo y no lo iba a hacer.

Después tuve que moverme entre sombras, de palmera en palmera, y después de camioneta en camioneta, hasta llegar a la pared exterior del baño. No puedo creer que nadie me vio. En la oscuridad, los Pixies a todo volumen y yo. Los escuchaba a través del singular eco que producían las palmeras y la mugre que me rodeaba, una caja de resonancia de la “pachamama”. Qué pensarían los Pixies de mis acciones? Qué pensaría la bajista argentina? “Este pibe es un pelotudo”?

Todas las ventas de ventilación del baño tenían reja. Todas menos una. Traté de entrar por esa. No pude, era muy angosta. Cambio de estrategia: Treparme al predio y entrar al baño por la puerta, para después salir y disimular. Ya adentro del baño oriné y me lavé las manos para entrar en personaje.

Caminé hasta el escenario y nadie me detuvo. Llegúe! Vi a los Pixies de cerca, más cerca de lo que los vi en el 2010, pagando.

Había varias personalidades de la escena under rock. Me puse a bailar hasta que me di cuenta que estaba “marcando bobera” y no podía poner en peligro la operación. Me dediqué a apreciar tranquilamente la música.

Resumiendo: Excelente banda, tocaron igual de bien que en el 2010, la bajista nueva da la talla y canta parecido a Kim. Según entiendo, en “Vamos” siempre hacen alguna locura: La vez pasada tocaron la guitarra con una baqueta, en la presente el guitarrista desenchufó la viola y produjo sonido distorsionado tocando la punta del plug. Hay un tema nuevo que me gustó mucho, “Blue eyed hexe”. Los clásicos de siempre sonaron como lo que son.

Jamborí

martes, 25 de marzo de 2014

A maldição do samba


Fecha: martes 18 de Marzo, 2014
Lugar: La Trastienda
Banda: Marcelo d2




Cobro y me compro la entrada. Cobro y me compro la entrada.
Cobro.
Me compro la entrada.
Campera de cuero porque sigo siendo punk, aunque hace un tiempo haya algo del hip hop que no puedo ignorar. Pedaleo para alejar la idea del chetismo al que estoy a punto de meterme.
Puede que no, puede que haya alguien.
El colega que acompaña tampoco tiene faso. Paneo alrededor, bebiendo birra. Nada. Promotoras de puchos sonríen mostrando las piernas e intentando convencer que esa cajita después me va a servir para guardar el tabaco. Era mejor decir simplemente “no, gracias”.
Todo empieza lento.
DosTresCinco son dos o tres o cinco que se mueven en el escenario sin mucha gracia.
No me concentro, no recuerdo nada.
No tengo drogas.
Ninguna.
Palpo en el bolsillo la guita de la entrada que el colega me devolvió antes de entrar porque le compré la suya.
Aleluya, dame whisky. Dos.
Miro el cambio, la rubia de la caja le erró. Me cobró uno solo.
Cierro la mano, giro y sonrío. Las luces se apagan. La banda sale a escena.
Bata, percusión, guitarra, bajo, un tipo que pasa las pistas – ¿un dj? -, otro cantante que en realidad es Fernandinho Beatbox, un instrumento en sí mismo.
Todos aúllan cuando lo ven salir. Tiene un sombrero como pegado a la parte de arriba de la cabeza. Championes blancos. Qué sorete, pienso, tiene 46 años. Yo también quiero ser carioca.
No escuché el último disco. Tampoco me importa. Hace como veinte minutos que perdí el control de la parte inferior de mi cuerpo. Las patas y el culo se me mueven solos.
Yo también soy carioca. Él agita a la gente y yo agito a los de alrededor sin decirles palabra. A ver, vos, descruzá esos bracitos. Bailen manga de uruguayos.
Mientras en el escenario circula una señora vela humeándolo todo, el pelado a mi lado prende un faso en el instante justo en que calculo el mangazo y me doy cuenta que lo conozco. Aleluya. Se aí tem fumaça, aqui também tem.
Había planificado hablar de cómo Marcelo d2 tira links con las palabras, de cómo logró meterse dentro de una historia musical que le era ajena, de cómo la reivindica.
No hay lugar para eso en la oscuridad de la masa que tomó coraje y alguna que otra bebida, porque para el momento en que un grupo de minitas bastante troncas pal meneo suben al escenario, el toke se me acaba encima.
¿Cómo?
¿Ya?
¿Tan rápido?
Las luces blancas se prenden diciendo que si a todas las preguntas anteriores.
El colega se pierde entre la gente que sale. Las piernas siguen en otra velocidad. Debe ser por eso que, cuando ven entrar a un par de pibes por una puerta que se abre a la derecha, los siguen. Sonrío ante el pasillo que se me abre adelante y le doy como perro por su casa.
Al final del túnel un cuarto con morfi, bebida, la banda y las minas troncas que bailaban en el escenario. Todo envuelto en una nube de humo que sale de los varios porros prendidos.
Aleluya meus irmaos. Me mezclo. Sigo sonriendo. Las guachas acosan al marcelo sacándose fotos. De al lado los 46 se le notan alrededor de los ojos. Aunque puede que sea el faso nomás.
La birra me llega, el faso también. Pito profundo y se lo paso al de gorro pegado a la cabeza y championes blancos. Sonrío. Él también. Segundos más tarde los músicos desaparecen por otra puerta.
Pego una vuelta. La única de las minas troncas que se atrevió a bailar un poco más al frente y no pegada contra la batería me saca conversa. “Tendrías que haber dicho ´chupen giles´ cuando el marcelo te dio el micrófono”, le digo. “¿Me estás descansando?”, me contesta.
Miro el vaso de birra que sostengo, ese que apareció de la nada y se rellenó ídem.
O gringo subiu o morro e bebeu cachaça. Fumou maconha e obteve a graça.
Cierro la mano, giro y sonrío. 
Depois do samba sua vida nunca mais foi a mesma. 




 




miércoles, 22 de enero de 2014

chocolate bielorruso

bandas: postal 22 (no la vi) / los lunes (crema holandesa) / nyanderthal (chocolate bielorruso)
lugar: amarcord
fecha: 17 /I/14

vieron cuando uno va a la heladería porque hace mucho que no come un helado. y está ahí en la puerta (de la ùnica heladerìa abierta en el cruel verano montevideano), frente a la marquesina viendo los colores y los precios, y luego entra y se pone frente al vidrio que protege los potes con el helado que nunca se puede apoyar pero que siempre te apoyas. y cuando nada te convence. lo que te hizo llegar hasta ahì es el miedo a olvidar còmo es el helado, su textura, còmo interactùa con la lengua, y te acordas de las perversiones al untar en pija concha y culo, en aquellos dìas aburridos de verano adolescente.

empezàs a hacerte la cabeza y terminàs ahì delante de una señora con cara de infeliz y que aparte es infeliz . te das cuenta que tendrìas que estar tomando ese whisky que hay en tu casa o en la casa de aquel amigo. pero de todas formas te quedas ahì, frente a todos los colores y los cartelitos con los nombres que no dicen nada pero vos lo que no queres es olvidarte de lo que era comer helado, los nombres son de juguete. los nombres que hacen cabeza como todo en ese lugar. no querès mirar hacia el bebedero porque sabès la arcada que te produce desde chico cuando viste a la gorda con el hilo de baba cayendo justo encima del grifo donde vos vas a poner en breve la boca porque tu madre te prohíbe salir con la jeta sucia de sambayòn. aparte de los restos de cucurucho que no pasan por el desague. entonces estas ahì inmerso en esa hostilidad que se sirve en cuchara para bocha. dos bochas pensàs, la primera ya pasò, y te quedan dos, y rodeado de paredes de color marino. porquè no sabemos, sabemos que segùn algùn analista de mercado de la old school, el color marino genera una secreción que invita a clavarte algo muy frìo y sabroso.

estàs ahì parado frente a la vidriera y no te convence lo que ves. sabès que vas a terminar pidiendo el de dos sabores porque pedir el de uno es muy rata para el costo mental que te implico llegar hasta ahì, y permanecer ahì el tiempo que sea necesario. no vas a pedir el de tres, el de tres es demasiado.

al rededor el paisaje no es alentador. parejas que pretenden dar vida a algo que ya no lo tiene, y el estar en ese lugar, firman cierta sentencia que implica irse de vacaciones a piriapolis a hacer exactamente lo mismo pero gastando màs dinero. quizàs con hijos, quizàs con perros. esas parejas que aùn no llegan a los treinta o apenas los sobrepasan son los casos màs tristes de presenciar. sobre todo si es un sàbado a la noche. porquè mas triste? porque salen por el mandato del sabado. al llegar a la casa cada uno va a vomitar su helado por separado, van a poner el televisor en la cama y se van a dormir sin cojer, tampoco al despertarse porque hay que armar mate e ir a tristan. tambièn hay hombres solos, que por ese solo hecho inspiran màs dignidad, eso, siempre y cuando no se queden ahì sentados. en definitiva la gente està muy alejada de todo lo que te puede estar pasando a vos, que te preguntas porquè mierda estas ahì. ah si. para no olvidar lo que era tomar helado.

pero no nos desvìemos del tema. el paisaje, la oferta, la actividad, las perejitas, uno mismo, no convence. no convence. 
no convence.

al final te pedìs los de siempre o innovas en alguno. la cosa no cambia en general. esa sensación no cambia. pèrdida el tiempo, es la frase que no se borra. en este caso fue crema holandesa y chocolate bielorruso lo que pediste.

y aparece una sorpresa.

el chocolate bielorruso te terminò salvando la noche, de alguna manera. te habìan hablado de èl, pero no lo habìas probado ni te daban muchas ganas tampoco, pero ese helado te hizo màs tolerable la agonìa, y hasta te dieron ganas de volver a probarlo, claro està, no en esa heladerìa. pero al final sacas algo en limpio, en medio de aquella nebulosa cigalera. 

ahora traspolen la heladerìa a amarcord, los helados al punkrock ramonero,  los sabores a las bandas, y las parejitas tristes a los seudopunkitos asistentes. 



voilà. tenemos una crònica.

  



domingo, 5 de enero de 2014

Feliz, Noche buena.




Fecha: Sábado 21 de diciembre
Lugar: Centro cultural Petaca
Bandas: Comunismo Internacional, Los Mostachos, Ameba, Sir Andrew McGregor, Holocausto Vegetal.


Crónica_
 Salí de casa y compré “licor alegría” en el kiosko de la esquina (dios salve a K.), era noche de brindis, esa tarde salió el compilado de Estampita Records, empezaba el verano, iba a estrenar mi bicicleta nueva y había un toque que prometía mucho.
Partimos junto a A. en nuestras bicis hacia la casa de petaca (andes y soriano)

Las luces navideñas: 18 está repleta de ellas y van en aumento desde la intendencia hasta la ciudad vieja, no me generan desprecio ni nada, la navidad me da lo mismo y ya no me esfuerzo en odiarla, las luces son eso, luces y brillan y son bonitas.

 Llegamos y aparcamos afuera, subimos las escaleras y estaban los amigos, nos abrazamos y celebramos felices por el compilado, el verano y la feliz noche buena, en eso Comunismo Internacional empieza a tocar.
Creo que no puedo aportar mucho más de lo que ya se ha dicho de esta banda en este blog, son los mejores, sin duda, son los mejores y cada vez están mejor. Uno de los mejores toques que vi este año fue de ellos en pleno invierno en el marco de un Noise Festo en Afcasmu. Para este toque estaban equipados con un microkorg y otros aparatejos a los que Seba (Internacional) les sacaba los ruidos precisos para ambientar las melodías que Juan Manuel (Comunismo) ejecutaba con su guitarra y voz, si no los vieron aun, háganlo pronto.
A ellos le siguieron Los Mostachos, este dúo formado por los hermanos Garrido ofreció un toque enérgico y furioso, uno de los mejores toques que vi de ellos, la guitarra de Raúl no se escuchaba tan chillona como de costumbre y además sonaba fuerte y potente luego de que le subiera la perilla de volumen a un par temas de empezar a tocar. Las canciones nuevas son buenas, muy buenas y su sonido es mucho más adulto y maduro que las del Vaca (único EP editado hasta el momento). Sobre el final el público pidió Yon Otra Volta (http://estampitarecords.bandcamp.com/track/los-mostachos-yon-otra-volta) “ya va!” dijo Garrido Piki, la largaron, luego de eso tocaron una más y terminaron agotados luego de dejar todo en la cancha.
El tercer turno fue para Ameba, ésta banda tiene poco más de tres meses de existencia. Tal vez este no fue su mejor toque, el sonido fue un poco desprolijo y hubieron varios fallos técnicos que impidieron que el toque fuera fluido pero mientras tocaron lo hicieron con la energía que los caracteriza y eso es lo que importa, a mi me movió el piso y me dejó satisfecho, lo que me gusta ver en una banda lo tienen ellos y es la entrega a pesar de sonar bien, mal u horrible.
En cuarto lugar tocaría Sir Andrew Mcgregor pero me los perdí porque salí a tomar un poco de aire y despejar la cabeza que ya estaba confusa y un tanto aturdida después de tres bandas consecutivas, hay que destacar la buena voluntad de las dueñas de casa para bajar las escaleras a abrir la puerta cada vez que los invitados solicitaban salir, unas saladas.
Ya había visto a los Sir Andrew en un par de ocasiones, un amigo una vez mientras tocaban en el club de bochas del parque rodó, me dijo que tenían al mejor bajista del mundo, tocan sin batería pero usan una maquina de ritmos que marca el beat hipnótico de sus canciones, tienen un guitarrista muy bueno y experimentado que sabe muy bien lo que hace y están comandados por un frontman que lleva adelante las canciones con una influencia tom yorkiana en su forma de cantar y armar las melodías pero con sello propio.
Cuando volvimos a subir estaban armando los Holocausto Vegetal, serían cerca de 5 am y la noche había pasado como si nada, no los había visto en vivo hasta el momento pero había escuchado su demo y me pareció interesante.
En su set contaban con muchos instrumentos, pedales, percusiones y demás etc que ocupaban casi todo el cuarto. Los pibes tocan bien, muy bien, ajustados y precisos. La música que hacen va desde un noise ambiental a rock psicodélico pasando por bardorock de a momentos. Durante el toque los integrantes fueron rotando de instrumentos algo que se puede ver en otras bandas como Sus Maniquies.
No hay mucho para decir, los pibes andan bien y te pueden gustar o no pero tocan muy bien y logran generar ambientes para destruirlos en unos segundos, vayan a verlos a su próximo toque.
Por la ventana el cielo aclaraba y el Holocausto que estaba en ese momento tocando la chancha desatendió su tarea por un segundo para darse vuelta y tirar un “uf, ya es de día” enseguida de eso volvió a su instrumento mientras la noche demencial de música se iba apagando.

Ya no había mas nada que hacer entonces con A. decidimos que era mejor marcharse, así que bajamos las escaleras por última vez, destrancamos nuestras bicis y emprendimos la vuelta al barrio, cruzamos 18 y ahí estaban la luces de vuelta, ésta vez me causaron alegría, son luces y brillan y son hermosas.

Fue una feliz noche buena
La primera del verano
El comienzo del verano, del mejor.



 Plástico NO.