martes, 4 de noviembre de 2014

Sarajevo


Fecha: viernes 12 de setiembre
Lugar: bluzz live
Banda: Sara Hebe




La luz brilla demasiado y encandila a las dos petisas que cantan y al pibe que toca todos los instrumentos. Transpiran saltando. El pelo larguísimo como un quinto elemento de la naturaleza que ejerce su fuerza y su control es un arte. Antes, la gente llegaba en taxi. Subtropical es la excusa pa ke los chetos bailen cumbia, decía él. Juzguen ustedes mismos.
Una martingala ke salió bien nos puso tres tekilas en el cuerpo segundos antes ke la banda salga a escena. A veces, las barras traen buenas conversas como en este caso. Muchas ganas siempre de ver a esta mina, pero no entonces, no en ese lugar. Tenés ke tocar en un lado menos cheto, se le dijo entre-gritando acabado el chou. En el kallejón, mañana, al caer el sol. ¿Y ké hay para tocar? Nada, pero lo armamos. Ya había habido otra propuesta desde Fernández Crespo. Ninguna se concretó por cuestiones obvias.
Conozco casi todos los temas ke la banda toca entonces cierro los ojos y trato de escucharlos, diferentes y particulares en sus versiones ao vivo. Bailo y levanto los brazos porke mirar se parece demasiado a una película y se olvida todo antes de llegar a los créditos.
Hay-ke-mo-ver-se. Yo me muevo y macaneo, agito giladas, golpeo espaldas y me río. A veces canto a los gritos. Un novio celoso abraza cintura de chica de adelante y entra a espantarme con el cuerpo. No puedo explicarlo pero me saca del lugar, así, como empujándome. Inmóviles alrededor avalan el acto los presentes. Respondo poniendo el cuerpo donde estaba. Gordo puto. Hay gente molestándome tremendamente con esa tremenda mente. Recuerdo frases y flashes. ¿Kién va a detenerte? ¿la muerte, la edad o la idea?, aunque esa justo no sonó. Sí un par de temas del Pity ke a aliosha no le gustaron. A mi sí, pero kreo ke es simpatía o empatía o ambas. Bailo de espaldas al escenario y juno a uno. Alto. Lindo. Bailo sin parar casi. Bailo y kuando me río sola, el agua crece y truena.
La ke no crece ni truena es esta página, ke kreo ke ya nadie lee. Nadie tampoko escribe. El fachobúk te caga la vida o te rodea de imbéciles. Usted decide.
Nosotros keríamos un cuento colectivo, de la noche o la tarde o la mañana con la música como excusa. Siempre fue un hobby, nunca fue un medio. Yo, ilusa, pensaba ke la gente iba a contar otras perspectivas de los mismos sucesos en los comentarios. Los más agitados terminaron siendo los bardos. Y poco a poco todos se kemaron la cabeza y el resto se fue porke tampoko importaba demasiado. Otros intereses nos colonizan ahora las horas. En definitiva, la música está enferma.
Nosotros también. 
Para recuperarla hay ke volverla a romper.











miércoles, 9 de abril de 2014

APOYO LA OREJA EN LA PACHAMAMA Y ESCUCHO A LOS PIXIES

Lugar: Teatro de Verano
Fecha: 1° de Abril del 2014
Banda: Pixies

Un vino de 40 pesos habitaba mi sistema circulatorio. Estaba oscuro, sonaba “Havalina” de los “Pixies” y yo escondido atrás de la camioneta de “Sonido Roma”. Pero no estaba en “Camino De Las Tropas” portón verde, estaba dentro del predio del “Ramón Collazo”.

Me colé. No fue fácil. El lado con menos seguridad era por la zona del baño, a la derecha del escenario. La vigilancia era escasa, solo 5 personas podrían verme, y todos estaban bastante lejos. Estuve esperando 20 minutos a que un tipo del “staff” se sentara y me diera la espalda. Vi mi oportunidad y la aproveché, sabía que si esperaba más se me iba a pasar el pedo y no lo iba a hacer.

Después tuve que moverme entre sombras, de palmera en palmera, y después de camioneta en camioneta, hasta llegar a la pared exterior del baño. No puedo creer que nadie me vio. En la oscuridad, los Pixies a todo volumen y yo. Los escuchaba a través del singular eco que producían las palmeras y la mugre que me rodeaba, una caja de resonancia de la “pachamama”. Qué pensarían los Pixies de mis acciones? Qué pensaría la bajista argentina? “Este pibe es un pelotudo”?

Todas las ventas de ventilación del baño tenían reja. Todas menos una. Traté de entrar por esa. No pude, era muy angosta. Cambio de estrategia: Treparme al predio y entrar al baño por la puerta, para después salir y disimular. Ya adentro del baño oriné y me lavé las manos para entrar en personaje.

Caminé hasta el escenario y nadie me detuvo. Llegúe! Vi a los Pixies de cerca, más cerca de lo que los vi en el 2010, pagando.

Había varias personalidades de la escena under rock. Me puse a bailar hasta que me di cuenta que estaba “marcando bobera” y no podía poner en peligro la operación. Me dediqué a apreciar tranquilamente la música.

Resumiendo: Excelente banda, tocaron igual de bien que en el 2010, la bajista nueva da la talla y canta parecido a Kim. Según entiendo, en “Vamos” siempre hacen alguna locura: La vez pasada tocaron la guitarra con una baqueta, en la presente el guitarrista desenchufó la viola y produjo sonido distorsionado tocando la punta del plug. Hay un tema nuevo que me gustó mucho, “Blue eyed hexe”. Los clásicos de siempre sonaron como lo que son.

Jamborí

martes, 25 de marzo de 2014

A maldição do samba


Fecha: martes 18 de Marzo, 2014
Lugar: La Trastienda
Banda: Marcelo d2




Cobro y me compro la entrada. Cobro y me compro la entrada.
Cobro.
Me compro la entrada.
Campera de cuero porque sigo siendo punk, aunque hace un tiempo haya algo del hip hop que no puedo ignorar. Pedaleo para alejar la idea del chetismo al que estoy a punto de meterme.
Puede que no, puede que haya alguien.
El colega que acompaña tampoco tiene faso. Paneo alrededor, bebiendo birra. Nada. Promotoras de puchos sonríen mostrando las piernas e intentando convencer que esa cajita después me va a servir para guardar el tabaco. Era mejor decir simplemente “no, gracias”.
Todo empieza lento.
DosTresCinco son dos o tres o cinco que se mueven en el escenario sin mucha gracia.
No me concentro, no recuerdo nada.
No tengo drogas.
Ninguna.
Palpo en el bolsillo la guita de la entrada que el colega me devolvió antes de entrar porque le compré la suya.
Aleluya, dame whisky. Dos.
Miro el cambio, la rubia de la caja le erró. Me cobró uno solo.
Cierro la mano, giro y sonrío. Las luces se apagan. La banda sale a escena.
Bata, percusión, guitarra, bajo, un tipo que pasa las pistas – ¿un dj? -, otro cantante que en realidad es Fernandinho Beatbox, un instrumento en sí mismo.
Todos aúllan cuando lo ven salir. Tiene un sombrero como pegado a la parte de arriba de la cabeza. Championes blancos. Qué sorete, pienso, tiene 46 años. Yo también quiero ser carioca.
No escuché el último disco. Tampoco me importa. Hace como veinte minutos que perdí el control de la parte inferior de mi cuerpo. Las patas y el culo se me mueven solos.
Yo también soy carioca. Él agita a la gente y yo agito a los de alrededor sin decirles palabra. A ver, vos, descruzá esos bracitos. Bailen manga de uruguayos.
Mientras en el escenario circula una señora vela humeándolo todo, el pelado a mi lado prende un faso en el instante justo en que calculo el mangazo y me doy cuenta que lo conozco. Aleluya. Se aí tem fumaça, aqui também tem.
Había planificado hablar de cómo Marcelo d2 tira links con las palabras, de cómo logró meterse dentro de una historia musical que le era ajena, de cómo la reivindica.
No hay lugar para eso en la oscuridad de la masa que tomó coraje y alguna que otra bebida, porque para el momento en que un grupo de minitas bastante troncas pal meneo suben al escenario, el toke se me acaba encima.
¿Cómo?
¿Ya?
¿Tan rápido?
Las luces blancas se prenden diciendo que si a todas las preguntas anteriores.
El colega se pierde entre la gente que sale. Las piernas siguen en otra velocidad. Debe ser por eso que, cuando ven entrar a un par de pibes por una puerta que se abre a la derecha, los siguen. Sonrío ante el pasillo que se me abre adelante y le doy como perro por su casa.
Al final del túnel un cuarto con morfi, bebida, la banda y las minas troncas que bailaban en el escenario. Todo envuelto en una nube de humo que sale de los varios porros prendidos.
Aleluya meus irmaos. Me mezclo. Sigo sonriendo. Las guachas acosan al marcelo sacándose fotos. De al lado los 46 se le notan alrededor de los ojos. Aunque puede que sea el faso nomás.
La birra me llega, el faso también. Pito profundo y se lo paso al de gorro pegado a la cabeza y championes blancos. Sonrío. Él también. Segundos más tarde los músicos desaparecen por otra puerta.
Pego una vuelta. La única de las minas troncas que se atrevió a bailar un poco más al frente y no pegada contra la batería me saca conversa. “Tendrías que haber dicho ´chupen giles´ cuando el marcelo te dio el micrófono”, le digo. “¿Me estás descansando?”, me contesta.
Miro el vaso de birra que sostengo, ese que apareció de la nada y se rellenó ídem.
O gringo subiu o morro e bebeu cachaça. Fumou maconha e obteve a graça.
Cierro la mano, giro y sonrío. 
Depois do samba sua vida nunca mais foi a mesma. 




 




miércoles, 22 de enero de 2014

chocolate bielorruso

bandas: postal 22 (no la vi) / los lunes (crema holandesa) / nyanderthal (chocolate bielorruso)
lugar: amarcord
fecha: 17 /I/14

vieron cuando uno va a la heladería porque hace mucho que no come un helado. y está ahí en la puerta (de la ùnica heladerìa abierta en el cruel verano montevideano), frente a la marquesina viendo los colores y los precios, y luego entra y se pone frente al vidrio que protege los potes con el helado que nunca se puede apoyar pero que siempre te apoyas. y cuando nada te convence. lo que te hizo llegar hasta ahì es el miedo a olvidar còmo es el helado, su textura, còmo interactùa con la lengua, y te acordas de las perversiones al untar en pija concha y culo, en aquellos dìas aburridos de verano adolescente.

empezàs a hacerte la cabeza y terminàs ahì delante de una señora con cara de infeliz y que aparte es infeliz . te das cuenta que tendrìas que estar tomando ese whisky que hay en tu casa o en la casa de aquel amigo. pero de todas formas te quedas ahì, frente a todos los colores y los cartelitos con los nombres que no dicen nada pero vos lo que no queres es olvidarte de lo que era comer helado, los nombres son de juguete. los nombres que hacen cabeza como todo en ese lugar. no querès mirar hacia el bebedero porque sabès la arcada que te produce desde chico cuando viste a la gorda con el hilo de baba cayendo justo encima del grifo donde vos vas a poner en breve la boca porque tu madre te prohíbe salir con la jeta sucia de sambayòn. aparte de los restos de cucurucho que no pasan por el desague. entonces estas ahì inmerso en esa hostilidad que se sirve en cuchara para bocha. dos bochas pensàs, la primera ya pasò, y te quedan dos, y rodeado de paredes de color marino. porquè no sabemos, sabemos que segùn algùn analista de mercado de la old school, el color marino genera una secreción que invita a clavarte algo muy frìo y sabroso.

estàs ahì parado frente a la vidriera y no te convence lo que ves. sabès que vas a terminar pidiendo el de dos sabores porque pedir el de uno es muy rata para el costo mental que te implico llegar hasta ahì, y permanecer ahì el tiempo que sea necesario. no vas a pedir el de tres, el de tres es demasiado.

al rededor el paisaje no es alentador. parejas que pretenden dar vida a algo que ya no lo tiene, y el estar en ese lugar, firman cierta sentencia que implica irse de vacaciones a piriapolis a hacer exactamente lo mismo pero gastando màs dinero. quizàs con hijos, quizàs con perros. esas parejas que aùn no llegan a los treinta o apenas los sobrepasan son los casos màs tristes de presenciar. sobre todo si es un sàbado a la noche. porquè mas triste? porque salen por el mandato del sabado. al llegar a la casa cada uno va a vomitar su helado por separado, van a poner el televisor en la cama y se van a dormir sin cojer, tampoco al despertarse porque hay que armar mate e ir a tristan. tambièn hay hombres solos, que por ese solo hecho inspiran màs dignidad, eso, siempre y cuando no se queden ahì sentados. en definitiva la gente està muy alejada de todo lo que te puede estar pasando a vos, que te preguntas porquè mierda estas ahì. ah si. para no olvidar lo que era tomar helado.

pero no nos desvìemos del tema. el paisaje, la oferta, la actividad, las perejitas, uno mismo, no convence. no convence. 
no convence.

al final te pedìs los de siempre o innovas en alguno. la cosa no cambia en general. esa sensación no cambia. pèrdida el tiempo, es la frase que no se borra. en este caso fue crema holandesa y chocolate bielorruso lo que pediste.

y aparece una sorpresa.

el chocolate bielorruso te terminò salvando la noche, de alguna manera. te habìan hablado de èl, pero no lo habìas probado ni te daban muchas ganas tampoco, pero ese helado te hizo màs tolerable la agonìa, y hasta te dieron ganas de volver a probarlo, claro està, no en esa heladerìa. pero al final sacas algo en limpio, en medio de aquella nebulosa cigalera. 

ahora traspolen la heladerìa a amarcord, los helados al punkrock ramonero,  los sabores a las bandas, y las parejitas tristes a los seudopunkitos asistentes. 



voilà. tenemos una crònica.

  



domingo, 5 de enero de 2014

Feliz, Noche buena.




Fecha: Sábado 21 de diciembre
Lugar: Centro cultural Petaca
Bandas: Comunismo Internacional, Los Mostachos, Ameba, Sir Andrew McGregor, Holocausto Vegetal.


Crónica_
 Salí de casa y compré “licor alegría” en el kiosko de la esquina (dios salve a K.), era noche de brindis, esa tarde salió el compilado de Estampita Records, empezaba el verano, iba a estrenar mi bicicleta nueva y había un toque que prometía mucho.
Partimos junto a A. en nuestras bicis hacia la casa de petaca (andes y soriano)

Las luces navideñas: 18 está repleta de ellas y van en aumento desde la intendencia hasta la ciudad vieja, no me generan desprecio ni nada, la navidad me da lo mismo y ya no me esfuerzo en odiarla, las luces son eso, luces y brillan y son bonitas.

 Llegamos y aparcamos afuera, subimos las escaleras y estaban los amigos, nos abrazamos y celebramos felices por el compilado, el verano y la feliz noche buena, en eso Comunismo Internacional empieza a tocar.
Creo que no puedo aportar mucho más de lo que ya se ha dicho de esta banda en este blog, son los mejores, sin duda, son los mejores y cada vez están mejor. Uno de los mejores toques que vi este año fue de ellos en pleno invierno en el marco de un Noise Festo en Afcasmu. Para este toque estaban equipados con un microkorg y otros aparatejos a los que Seba (Internacional) les sacaba los ruidos precisos para ambientar las melodías que Juan Manuel (Comunismo) ejecutaba con su guitarra y voz, si no los vieron aun, háganlo pronto.
A ellos le siguieron Los Mostachos, este dúo formado por los hermanos Garrido ofreció un toque enérgico y furioso, uno de los mejores toques que vi de ellos, la guitarra de Raúl no se escuchaba tan chillona como de costumbre y además sonaba fuerte y potente luego de que le subiera la perilla de volumen a un par temas de empezar a tocar. Las canciones nuevas son buenas, muy buenas y su sonido es mucho más adulto y maduro que las del Vaca (único EP editado hasta el momento). Sobre el final el público pidió Yon Otra Volta (http://estampitarecords.bandcamp.com/track/los-mostachos-yon-otra-volta) “ya va!” dijo Garrido Piki, la largaron, luego de eso tocaron una más y terminaron agotados luego de dejar todo en la cancha.
El tercer turno fue para Ameba, ésta banda tiene poco más de tres meses de existencia. Tal vez este no fue su mejor toque, el sonido fue un poco desprolijo y hubieron varios fallos técnicos que impidieron que el toque fuera fluido pero mientras tocaron lo hicieron con la energía que los caracteriza y eso es lo que importa, a mi me movió el piso y me dejó satisfecho, lo que me gusta ver en una banda lo tienen ellos y es la entrega a pesar de sonar bien, mal u horrible.
En cuarto lugar tocaría Sir Andrew Mcgregor pero me los perdí porque salí a tomar un poco de aire y despejar la cabeza que ya estaba confusa y un tanto aturdida después de tres bandas consecutivas, hay que destacar la buena voluntad de las dueñas de casa para bajar las escaleras a abrir la puerta cada vez que los invitados solicitaban salir, unas saladas.
Ya había visto a los Sir Andrew en un par de ocasiones, un amigo una vez mientras tocaban en el club de bochas del parque rodó, me dijo que tenían al mejor bajista del mundo, tocan sin batería pero usan una maquina de ritmos que marca el beat hipnótico de sus canciones, tienen un guitarrista muy bueno y experimentado que sabe muy bien lo que hace y están comandados por un frontman que lleva adelante las canciones con una influencia tom yorkiana en su forma de cantar y armar las melodías pero con sello propio.
Cuando volvimos a subir estaban armando los Holocausto Vegetal, serían cerca de 5 am y la noche había pasado como si nada, no los había visto en vivo hasta el momento pero había escuchado su demo y me pareció interesante.
En su set contaban con muchos instrumentos, pedales, percusiones y demás etc que ocupaban casi todo el cuarto. Los pibes tocan bien, muy bien, ajustados y precisos. La música que hacen va desde un noise ambiental a rock psicodélico pasando por bardorock de a momentos. Durante el toque los integrantes fueron rotando de instrumentos algo que se puede ver en otras bandas como Sus Maniquies.
No hay mucho para decir, los pibes andan bien y te pueden gustar o no pero tocan muy bien y logran generar ambientes para destruirlos en unos segundos, vayan a verlos a su próximo toque.
Por la ventana el cielo aclaraba y el Holocausto que estaba en ese momento tocando la chancha desatendió su tarea por un segundo para darse vuelta y tirar un “uf, ya es de día” enseguida de eso volvió a su instrumento mientras la noche demencial de música se iba apagando.

Ya no había mas nada que hacer entonces con A. decidimos que era mejor marcharse, así que bajamos las escaleras por última vez, destrancamos nuestras bicis y emprendimos la vuelta al barrio, cruzamos 18 y ahí estaban la luces de vuelta, ésta vez me causaron alegría, son luces y brillan y son hermosas.

Fue una feliz noche buena
La primera del verano
El comienzo del verano, del mejor.



 Plástico NO.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Mostachos en Buenos Aires



Fecha: 20.21.22/SET/2013
Banda: Los Mostachos
Lugar:Bs As

¿No tenés un piresito?
Mi función en la gira no estaba del todo clara. Ejercía de soporte del técnico audiovisual y anotaba ocurrencias o frases ajenas en una pequeña libreta que casi nadie vio pero que es hermosísima: tiene a Demócrito en la tapa y sus hojas son cuadriculadas.
Esto fue todo lo que anoté:
<<Bondi: dos cotorras incansables. La rubia es típicamente fea: hasta que vea el Obelisco
no lo voy a poder creer”; al pasar por el futuro shopping de los cuernos de Batlle: ¡ay!
¡cuántos obreros!. Me duermo escuchando el Hot rats. Invitamos a estas boludas a la gira: escenas de sexo salvaje. Terminal de Colonia. Antes tenía sillones de cemento. Pregunto a la tripulación si el barco tiene flipper. Quilmes. 17:05 TIKI. 17:45 TIKI. Compramos la tarjeta SUBE en el CORREO. Bondi hasta Once. Tráfico insoportable. Pichi se queja del tráfico insoportable. Pichi se queja nuevamente. Perla del Once: bar sin personalidad, frío y muerto. En el baño hay un cartel con la letra de La balsa. Doble TIKI. Quilmes viendo Godoy Cruz 2 Tigre 0 (golaso de Jonathan Ramis); Racing Newells (inconcluso). Los Mostachos y el resto del séquito (Vico, Hoski, Daniela, Manolito) nos golpean el vidrio. La Perla no los deja entrar. El bar cierra porque toca un tal Del Pino. Terminamos la Quilmes, TIKI y hacia el bar de enfrente donde esperan los ruockstars>>

Perros en Luján
El 57 se toma en Rivadavia y Pueyrredón, junto a la plaza de Once. Ninguno tiene la tarjeta SUBE y Pichi se convierte en el encargado del transporte. El bondi es apropiado para dormir; una hora y media de autopistas monótonas. Pisamos la estación de Luján a las 11. El piso es de color mugre vieja. La Catedral es imponente y cambia de color según la luz que recibe, como el Taj Mahal. Hay otras atracciones: los perros callejerospeludos, viejos, gordos y pasivos y las niñas preadolescentes. Los primeros están en todos lados: bajo las mesas de las parrilladas, bajo los pórticos de las esquinas, bajo el antiguo campanario de la Catedral, bajo las cuchetas del hostel, bajo la melena del Hoski. Las niñas preadolescentes también. Se visten como si fueran prostitutas neoyorquinas de los ochenta; se mueven sin equilibrio encima de zapatos altísimos, taconeando por las calles mientras esquivan perros. En la puerta del
Barcelona hay niñas preadolescentes sobornando el permiso para ingresar, echando humo con torpeza por la nariz. El Barcelona tiene forma de ficha de tetris; de z alargada. El escenario está al fondo; se accede luego de esquivar mesas y desear a la rubia de labios gordos que
atiende la barra. Los Mostachos se cambian de indumentaria. Martina: blusa negra y pollera blanca con lunares
negros. Raúl: pantalón negro y camisa psicodélica con círculos blancos. Antes de que ocupen el escenario, Hoski sube a escena. Campera de cuero negra que deja al descubierto una velluda barriga. Tras su figura, un Dalí pintado y un Perón agitando las manos y arengando a una multitud. Enchufa la viola y pela un repertorio plagado de palabras soeces, sensibilidad alternativa, humor iconoclasta, reflexiones políticofilosóficas y una bellísima melodía que
adorna la historia de un perro llamado Gondolero que olisquea huevos. En ningún lugar mejorque en Luján.

La chancha de Martina (she told me that she wanna kill me)
Abrieron con una versión toda rota de Ruby Tuesday. Sonó como sonaría una banda de rock industrial destrozando un tema bubblegum pop. Un inicio inmejorable y sin embargo el toque no hizo más que levantar. Sonó el futuro hit del queerrock mundial: Yon Otra Volta o John Travesti o Soy Travesti. Tocaron Wine & Tea y Red Moon (temas ideales para cerrar los shows pero que esta vez sonaron al comienzo). El dúo tomó confianza y los que bebíamos de pie nos íbamos acercando al escenario como imantados por los pedales: con cada pisotón se esfumaban mágicamente dos metros entre la banda y el público. Martina no perdía de vista a su hermano y ajustaba sus golpes. Ya no son la banda que editó Vaca a mediados de 2012. Son una banda mucho más madura y compacta, con un repertorio extenso y uniforme. Quizá por esto me cueste diferenciar entre sí los temas de Los Mostachos. No me importa, mejor así. De esta manera el toque se convierte en una larga sucesión de violentas descargas eléctricas y percutivas. Pero esto me impide ser más preciso. No puedo asegurar en cuál tema quedé extasiado con la chancha de Martina. La profundidad que logró darle me dejó con la sensación de un fuerte beso en el oído. Las proyecciones de Pichi volvían más hipnótica la escena. La luz no es luz si la muestra Pichi, es otra cosa: es una antigua planta psicotrópica de los valles del Indo o las colinas de Brahmaputra que desarma tu estructura mental, es el horror a quedarte ciego de golpe, es oler un pedo de Dios. Hoski subió como invitado a cantar First day of autumn”; le valió el inmediato reconocimiento de Nico Barcia1. Cuando los pterodáctilos verdes aullan a mi espalda y el patrón dice: trabaja, trabajaA las 9.30 me desperté de una pesadilla en la que Hoski sodomizaba a un grupo de perros preadolescentes mientras Raúl y Martina tocaban el glockenspiel y el harpsichord, Vico sacaba fotografías a velocidad hardcore, Daniela aplaudía y le arrimaba perros a su novio, Manolito buscaba en el mapa el camino más rápido y seguro para abandonar el lugar, y Pichi
emitía proyecciones desde sus ojos y acompañaba la escena con imágenes eslavas de gore. Yo me vi de pie, sobre unos inmensos zapatos de taco, imberbe. Salté de la cucheta, abrí los postigos y me desplomé de rodillas de cara a la Catedral. Mientras la miraba, cambiábamos de color. La noche había dejado su lugar a un día gris, frío y lluvioso. Habíamos pagado la noche para cinco personas pero nos despertamos ocho. ¡La virgen hace milagros!

Cause if you close the door, I'd never have to see the day again
 Villa Urquiza es un barrio de zona norte. Se puede llegar en subte, bajándose en la estación Los Incas. Villa Urquiza es un barrio prohibido al ruido: prestando atención podés escuchar tu propio sistema nervioso en funcionamiento. Da la sensación de estar caminando en un laboratorio camuflado: todo está hecho de láminas de plomo con forma de árboles y casas, las cubiertas de los coches son de lana de roca. Palacio Beltrán está ubicado en una de las esquinas del laboratorio. En la planta alta funciona un pequeño bar. La cerveza es barata y se la puede beber tumbado en sillones. Hay un perro inteligentísimo que es ventrílocuo y hace decir a la gente lo que ÉL quiere. El cuartito de la música queda en la planta baja, al lado de la
escalera. Es diminuto y concentra todo el ruido que está ausente afuera. Del mismo modo que la luz es incolora y, por lo tanto, la existencia de los colores se da únicamente en la retina del vidente, el sonido no suena a menos que haya alguien allí para escucharlo. Toca con la
precisión de una máquina. Tuvo una sola falla: hacia el final pateó el pie de un platillo y lo tiró sobre la guitarrista. Se produjo un silencio urquiziano. Antes sonaron Los Mostachos. El toque tuvo algunas variaciones con respecto al del día anterior (selección y orden de temas, vestuario, captación hipnótica) pero dejó conforme al oído exigente de los presentes. Iniciaron con Atmosphere, de Joy Division y desplegaron luego mayoría de temas noise, acorde con el silencio que nos rodeaba.

It´s time to go, it´s time to smile
La vida del rock es agotadora y uno hace tiempo que descartó dedicarse a la educación física. La espalda se vuelve un enemigo y las piernas se vuelven de gelatina. Dormir siete horas en setenta y dos distorsiona la percepción. El tiempo parece extenderse indefinidamente hacia el pasado; lo que ocurrió ayer parece haber ocurrido el mes anterior. Vive rápido y duerme poco y la vida se hará más larga.

WINSTON O´BOOGIE




martes, 19 de noviembre de 2013

CASI HORRIBLE, GRATIS 1ro


Fecha: 14/11/2013
Bandas: Mareos, Los Torbellinos
Lugar: Intramuros


Jueves hay un toke, es gratis, hace calor y hay viento. Porque no salir. De estar encerrado en mi casa mirando videos de bandas en youtube, decidí mirar bandas en vivo, y no hay que pagar por ellas. Entonces fui…
Lugar, Intramuros, quiso ser Silveria bar, ahora retoma su apertura con los mismos dueños de mierda de Amarcord.

Mareos y Los Torbellinos, son bandas amigas? Creo que si ya tocaron en un tributo a los Pixies. Los Torbellinos los conocí en un toke en pando en el boliche 7A, que tocaron junto los Intrusos; Mareos los conocí en otro tributo pero a Nirvana hace unos años.

MALDITO SONIDISTA
Entro al sótano, en dos tiempos. En el primer tiempo, escucho un poco de la prueba de sonido de los torbellinos, estaban tocando, y en un momento, el sonidista les corta el sonido, y dice: ya estamos, todo bien? El guitarrista con cara de indignado dice no escucho la voz, él manifiesta su desconformidad del atropello del maldito sonidista… Luego me voy, y retomo al sótano, me compro un whisky barato y espero un rato……tic-tac………. Ese rato fue eterno, el maldito sonidista se encargó de que todos los que estén ahí, la pasen mal con su música de mierda a todo volumen, un metal bien terraja argentino, y  bien desubicado con el tipo de gente que estaba ahí.

HORARIO
Uno de los motivos que fui a esta propuesta musical es que, en la promoción de dicho evento en Facebook se aclaraba, “tocamos temprano”, suena razonable, es jueves a la noche y al otro día se trabaja. Bueno nada de esto se cumplió los chicos tocaron muy tarde comenzaron a la 1.45.

NO RETORNO
Empieza Mareos, tocan dos canciones, el baterista exige Retorno. Es decir no escucha a la banda, el maldito sonidista se preocupa se arrima, enchufa desenchufa, da vueltas, pero no hay caso…Hasta que el guitarrista de la epiphone de Mareos, propone de donar su caja de retorno al baterista para que pueda escucharlos.
Me tomo un Break decido de salir a fumar, subo las escaleras, estoy saliendo, y un Portero obeso y casi Rufián, me pregunta que haces?, le digo voy a fumar. El mismo contesta para fumar es adentro en el patio, por las escaleras caracol, si te vas no entras más. Bien me di cuenta que tampoco había Retorno.

ODIO EL CARNAVAL
Es una canción de Mareos, que se me pegó, es una canción que transmite odio, y desconformidad con la “uruguayisidad”.Bien pero a la vez, genera una Antítesis muy grande, (que voy a explicar). El público constaba de gente de las dos bandas, como es de costumbre. Pero el público de los torbellinos es un público de chicos universitarios, llegué a observar un grupete de chicas que bailaban al compás de los pasos que la cantante de los torbellinos hacía. Es  más me atrevo a decir que la forma de bailar, y el look que presenta la cantante de los torbellinos, es de una persona que encontrás en cualquier tablado de Montevideo, y que ama el Carnaval.

ME FUI
Era bastante tarde, decidí de irme, es que estaba solo, ya no tenía alcohol. Me sentía aturdido y borracho de vino, ideal para ir rápido en la vuelta, en bici. Pensé en el grupete de chicas que bailaban, porque fue lo único lindo que ví.


                                                                                                                             Por Tirikitiski Fox