Fecha: viernes 12 de setiembre
Lugar: bluzz live
Banda: Sara Hebe
La luz brilla demasiado y encandila a las dos petisas que
cantan y al pibe que toca todos los instrumentos. Transpiran saltando. El pelo
larguísimo como un quinto elemento de la naturaleza que ejerce su fuerza y su
control es un arte. Antes, la gente llegaba en taxi. Subtropical es la excusa pa ke los chetos bailen cumbia, decía él.
Juzguen ustedes mismos.
Una martingala ke salió bien nos puso tres tekilas en el
cuerpo segundos antes ke la banda salga a escena. A veces, las barras traen
buenas conversas como en este caso. Muchas ganas siempre de ver a esta mina,
pero no entonces, no en ese lugar. Tenés
ke tocar en un lado menos cheto, se le dijo entre-gritando acabado el chou.
En el kallejón, mañana, al caer el sol. ¿Y
ké hay para tocar? Nada, pero lo armamos. Ya había habido otra propuesta
desde Fernández Crespo. Ninguna se concretó por cuestiones obvias.
Conozco casi todos los temas ke la banda toca entonces cierro
los ojos y trato de escucharlos, diferentes y particulares en sus versiones ao
vivo. Bailo y levanto los brazos porke mirar se parece demasiado a una película
y se olvida todo antes de llegar a los créditos.
Hay-ke-mo-ver-se. Yo me muevo y macaneo, agito giladas, golpeo
espaldas y me río. A veces canto a los gritos. Un novio celoso abraza cintura
de chica de adelante y entra a espantarme con el cuerpo. No puedo explicarlo
pero me saca del lugar, así, como empujándome. Inmóviles alrededor avalan el
acto los presentes. Respondo poniendo el cuerpo donde estaba. Gordo puto. Hay gente molestándome tremendamente con esa
tremenda mente. Recuerdo frases y flashes. ¿Kién va a detenerte? ¿la muerte, la edad o la idea?, aunque esa
justo no sonó. Sí un par de temas del Pity ke a aliosha no le gustaron. A mi
sí, pero kreo ke es simpatía o empatía o ambas. Bailo de espaldas al escenario
y juno a uno. Alto. Lindo. Bailo sin parar casi. Bailo y kuando me río sola, el agua crece y truena.
La ke no crece ni truena es esta página, ke kreo ke ya nadie
lee. Nadie tampoko escribe. El fachobúk te caga la vida o te rodea de
imbéciles. Usted decide.
Nosotros keríamos un cuento colectivo, de la noche o la
tarde o la mañana con la música como excusa. Siempre fue un hobby, nunca fue un
medio. Yo, ilusa, pensaba ke la gente iba a contar otras perspectivas de los
mismos sucesos en los comentarios. Los más agitados terminaron siendo los
bardos. Y poco a poco todos se kemaron la cabeza y el resto se fue porke tampoko importaba demasiado. Otros intereses nos colonizan ahora las horas. En
definitiva, la música está enferma.
Nosotros también.
Para recuperarla hay ke volverla a romper.