Banda: The Cure
Fecha: 12 de abril del año 2013
Lugar: Estadio de River Plate
Fecha: 12 de abril del año 2013
Lugar: Estadio de River Plate
Cuando tenía más o
menos 12 o 13 años escuchaba pila la radio, por suerte, porque eso me hizo
conocer muchas bandas. Me acuerdo que
una vez en f.m del sol o alguna parecida pasaron Boys don’t cry y en ese
momento me puse contenta.
Ya conocía
The Cure, no era una banda tampoco difícil de conocer, mi hermana la escuchaba
pero no era una banda a la que le prestara demasiada atención. En ese momento,
cuando sonó en la radio le presté atención y me di cuenta que era un gusto de
mi pertenencia.
Fue
bastante importante darme cuenta de eso, creo que es algo importante a esa
edad, cuando logras diferenciar que eso te gusta a vos, porque tiene algo que
tiene que ver contigo y es diferente. No en los términos de diferencia que se
podría entender en estos días. (*)
No hablo de exclusividad, para nada; hablo de
empatía, de identificación.
Me acuerdo
que en segundo de liceo una vez estaba hablando con Martín, un pibito medio raro
y a lo que aquella época llamábamos nerd y nos preguntábamos que banda nos
gustaba. No se bien como llegamos a The Cure y Martín se puso re contento de poder hablar
con alguien en la clase de algo que él entendiera
A
Noelia también le gustaba y un día me
trajo una copia del “Greatest hits” que tenía su padre (Un tipo que escuchaba la Karibe y The Cure) y empecé
a escucharlo todo el tiempo.
Un día fui
a ver a Pibes Chorros a Fabric y esto nada tiene que ver, pero me acordé de las
contradicciones que sufría en esa época.
Nos anticipamos más de un mes, por miedo a
quedarnos con las ganas, le pedimos a Lulisauria que sacara las entradas y como
es una mina crá lo hizo en seguida con su plata.
Pasó ese mes y no me había dado cuenta hasta el día anterior que estuve 5 años diciéndome a
mi misma, esta es la única banda que realmente me importa ver en vivo. Suena exagerado y tampoco es real, hay muchas
bandas que quisiera ver en vivo, pero por alguna razón u otra siempre volvía a
este pensamiento. Sobretodo cando ponia el cassette que le robé a una amiga en
un walkman medio hecho pei o cuando ponía un vinilo que compré con un amigo en
mi cuarto cuando hacia frio.
Esa noche no dormí, armé la mochila rapidito y me fui
a Tres Cruces, las horas pasaron muy rápido, había mucha gente en el barco.
Pasaban videos de Beyoncé pero por extraña razón sin audio, estuvo bien así. Mi
amiga intenta dormir, no la dejé, le hablé de los videos, de lo raro que se veían
esas mujeres ahí haciendo movimientos ridículos y lo inverosímiles que eran sus
posturas.
Llegar a Buenos Aires siempre es caótico y
diferente.
Esa vez hubo que caminar mucho. la amiga
bonaerense nos espera lejos del puerto.
Lo bueno es que llegamos y nos la encontramos y
nos lleva a comer a un restaurante chino.
Luli es una chica particular y adorable, siempre
es bueno verla y charlar con ella, ahora está media quemada porque en Buenos
Aires está lleno de propaganda callejera de prostíbulos y arranca cuantos
papelitos vea pegados en las paredes.
El tiempo se pasa en las caminatas de un barrio a
otro. La casa que nos hospeda es grande pero no linda, hay un televisor
gigante, pero gigante tapando la vista del ventanal que muestra solo más y más
edificios de Palermo. Así que da igual, el señor dueño de la casa está medio
loco, hace licuados todo el tiempo. Al último le pone vodka, manzana, mala
idea. Salimos corriendo con la panza temblando de tanto mejunje extraño.
El Bondi es un caos, decidimos seguir a unos gringos que también van al monumental
para no confundirnos tanto.
Nos bajamos confusas, hay policías y vallas cortando una calle. Amablemente nos indican a que lugar
ir y vamos lo mas rápido posible, es gracioso ver que todavía llegamos
bastante temprano, aunque no vimos las bandas teloneras. Elegimos un buen lugar
al medio y derecha del escenario, pero cada vez se llena más todo y nosotras
que somos chiquitas nos vamos aplastando entre la muchedumbre que nos empuja y
nos quitan el lugar haciéndose los boludos, demora bastante en empezar, estamos
ansiosas todos y fumamos y tomamos agua y nos pechamos para no aburrirnos.
A mi estar ahí me causa gracia. La voz de
publicidad cocacolera, que dice Estan listos para ver a The Cure, están listos
después de veintitantos años? es un tanto odiable. Sobretodo por su acento
aporteñado. La banda se hace esperar bastante, ya no me acuerdo cuanto. Con mi
amiga nos reimos imaginando que Robert Smith es una señora terraja preocupada
por su maquillaje y que por eso demora y que el resto la deja hacer lo que
quiere porque es la señora mas glamorosa del team.
Cuando salen, la avalancha nos acerca al escenario
y empieza como a sonar despacito Plainsong y nadie lo puede creer. Esa canción me
va metiendo en un clima de ensoñación paloma.
Siguen con Pictures of you y yo intento
concentrarme en el escenario y verlos tocar este tema, pero me empujan de todos
lados y una mujer grita y llora histéricamente al lado mío y pienso que es
injusto. Quiero disfrutar cada segundo, se me hace imposible, estoy distraída.
Intento recordar momentos en los que escuché este
tema y no se me viene ninguno a la cabeza.
Por ahí me vienen imágenes de alguna noche
lluviosa en Ciudad Vieja y yo tomando grapamiel con unos amigos.
The end of
the World es el tercero en la lista, la verdad, yo nunca recuerdo el orden de
los temas pero me acuerdo que ahí me puse contenta y me dejé llevar por los
empujones y fui avanzando cantando y apretándome contra todos. En el medio pasa
Lovesong, sigo distraida y no me lo perdono, el bajo de ese tema me obsesionó
por un tiempo y ahora está sonando muy cerca y yo mirando la niebla que hay
encima nuestro. Busco la mirada de mi amiga para cantar con ella y por suerte
la encuentro viendo el escenario compenetrada. La voz de Robert emboca en los
agudos mientras la gente grita I will always love you con la manito señalando
al cielo. Push anima a saltar un poco,
In between days a cantar.
Tenemos a
Robert Smith con los brazos extendidos horizontalmente a sus costados y al
fondo una imagen de un cielo trucho muy azul con nubes pomposas, yo voy en
cámara lenta, entre cabezas y brazos saltando, subo y bajo, al subir veo esa
imagen y no se cómo explicarlo porque todo me parece muy paloma. Just like
Heaven fue el tema número nueve y el tema que me hizo mierda. Ya nada
importaba, ni los empujones, ni los gritos desaforados. Robert Smith dos por
tres hace gritos suaves que simulan a un gatito. Y extiende sus brazos al cielo
cuando lo hace, es bastante gracioso.
Yo estoy como desencajada. No entiendo demasiado
que es lo que estoy viendo. Dos por tres me cuelgo a ver la banda como
intentando descubrir formas nuevas en una mancha del techo. Por ahí encuentro
un sonido y me voy para otro lado, suena en vivo, suena en vivo y es muy raro.
El
concierto fue realmente largo, al tema 21 (tocaron 40 en total) mi amiga y yo
nos alejamos del tumulto para ver la banda de lejos, para poder fumar mientras
vemos The Cure ahí, a unos metros, para ver como saltan y tirarnos un rato al
pasto mojado tranquilas. Para bailar los últimos clásicos, para bialar Killing
an Arab como nunca. Para irnos equivocándonos de calles y discutiendo con el
tachero nacionalista que quería llevar a los chalchaleros a Londres. Para
dormir con una sonrisa esa noche y nada más.
(*)
La diferencia no se
trata solamente de escuchar bandas extrañas y tocar un instrumento raro.
No se trata de componer versos tristes a tono con el existencialista moderno, ese q generalmente no es capaz de hacer pensable aquello q no le conviene. Ese q le teme a cualquier reflexión q modifique su diseño delirante y egoísta para el mundo.
No se trata de palabras dulces para comprar señoritas sin amor familiar. Palabras falsas para cuerpos falsos.
No implica, necesariamente, gustar de objetos viejos venidos del bazar del barrio.
No se trata de componer versos tristes a tono con el existencialista moderno, ese q generalmente no es capaz de hacer pensable aquello q no le conviene. Ese q le teme a cualquier reflexión q modifique su diseño delirante y egoísta para el mundo.
No se trata de palabras dulces para comprar señoritas sin amor familiar. Palabras falsas para cuerpos falsos.
No implica, necesariamente, gustar de objetos viejos venidos del bazar del barrio.
Aprendemos q la diferencia vive en los actos de
este mes, de esta semana. Vive en mis decisiones de esta noche.
Esto parece una reivindicación de la diferencia.
Y lo es.
Esto parece una reivindicación de la diferencia.
Y lo es.
Jime.
Que bien retratada la incomodidad de los shows grandes de estadio y ese "no puedo disfrutar esto, es muy complicado, a ver, cómo hago, cómo hago" y la confusión. Vos lo disfrutaste mucho igual, parece, pero a mi me cuestan un montón los shows gigantes y realmente estoy mucho más cómodo en lugares chicos últimamente.
ResponderEliminaryo una vez senti algo parecido en un toke de buenos muchachos, me parece. y por eso te tengo una sana envidia.
ResponderEliminarhoy aprendí una palabra nueva que me sirve para describir lo que me generó esta crónica: diáfana
muy buenas prosas excelencia
ResponderEliminarde las mejores cronistas del blog. lejos. este tema deberia usarse para entrar en cumpleaños de 15 niñas goticadolescentes
ResponderEliminarte la tiro http://www.youtube.com/watch?v=g_gPwqTaKtw
Me gusto el párrafo de Luli y los prostíbulos, el de la identidad, y todo.
ResponderEliminarExcelente crónica. Creo que mas o menos es así la vida.
Se fue al carajo.